2 h 59 min 33 seg UN SUFRIMIENTO MUY DULCE

Cuando en el km 28 el cuadriceps derecho me pidió tregua, me negué a rendirme. Cuando en el 32 el cuadriceps izquierdo se me subía hasta la oreja, acorté zancada y pensé en lo bien que iba (no podía realmente ni con mi cuerpo). En el 37 la liebre de las 3 horas y el grupo, empezó a descolgarme. Primero 5 m, luego 20, 30... Fué muy duro el quedarme en tierra de nadie y pensar que no lo conseguiría de nuevo. Pero cuando crees que todo está perdido, te superas a ti mismo y todos los dolores de tu cuerpo no son capaces de frenarte. Entré en el último 400 sprintando y vomitando en la meta. El ácido láctico por las cejas tuvo que salir por algún lado jejeje pero con una sonrisa de oreja a oreja pude saborear ese sub-3h. Ahora si, estoy preparado para afrontar lo que quiera. Sólo hay que proponerselo.

Gracias a todos porque estoy convencido que cada uno de vosotros me habeis aportado toda la energía que necesitaba para superarme de nuevo, una vez más. Cuando asimile todo lo que me aconteció en la carrera, os lo contaré con detalle.