Si hay algo de lo que realmente he aprendido a valorar estos años de entreno de larga distancia, es a mi "compañero invisible". Para mi, ese ser invisible es el escuchar a mi cuerpo quejarse mientras corro, jadear mientras acelero en bici o soltar fuertemente el aire por la boca mientras nado, intentando de coger algo de oxígeno. Esta mañana tan sólo he podido correr 40 minutos a un ritmo medio /alto. Hoy mi compañero invisible ha sido mi corazón suplicándome que le dejara descansar tan sólo un segundo, pero he sido duro con él y he terminado el rodaje sin darle tregua. Mi compañero invisible es listo y sabe que tarde o temprano llegará el día que disfrutará con la intensidad del entrenamiento.
Este año cuento con una motivación extra para los entrenos y las competiciones ya que los componentes del club, crecen cada vez más y los piques diarios en los entrenos están a la orden del día. Se espera una dura pugna en las próximas competiciones de la liga interna. Prometo darlo todo y ponerle las cosas difíciles a mis contricantes. Nos vemos en las competiciones o en el camino hacia ellas. Trisaludos
4 comentarios:
Debe vez en cuando hay que saber escuchar a tu compañero invisible y hacerle un poquito de caso. Ánimo y recuerdo tu objetivo principal.
no seas malo con el amigo a ver si el se va a enfada contigo
te ha quedado muy chulo el blog david!!
Eso digo yo. Vaya si está guapo el fondo del blog no?
Ya no solo tuneais las bicis sino que los blogs también...Te falta ya ponerte tetitas,jiji
Un saludo
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